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Sleep


Come Bien para que Duermas Bien

 

Las largas semanas de trabajo están interfiriendo con el sueño para millones de estadounidenses, según un artículo publicado en CNBC el 26 de Enero, 2015. El artículo menciona que la mayoría de las personas que trabajan más horas, logran dormir menos de seis horas cada noche, muy por debajo de las siete y media a ocho horas recomendadas por expertos médicos. El estrés de la jornada laboral desempeña un papel clave en privar a la gente del sueño reparador. Pero una dieta saludable y el ejercicio regular pueden ayudar a desactivar los efectos del estrés en cuanto tu cabeza toque la almohada. Los siguientes alimentos aumentan el neurotransmisor serotonina, lo cual realmente puede estimular el sueño.

Granos enteros, como trigo, arroz y avena integrales. Antes de ir a dormir, prueba un bocadillo rico en carbohidratos complejos para facilitar tu camino a la tierra de los sueños.

Leche con miel. La leche contiene triptófano, sustancia que ya en el cuerpo se convierte en serotonina y ayuda a estimular las etapas profundas del sueño. El pavo, las claras de huevo y el atún también contienen triptófano.

Las Vitaminas del Complejo B, especialmente B6 y B12, ayudan a reducir el estrés que puede derivar en problemas para dormir. Granos enteros, germen de trigo, atún, nueces, cacahuetes, plátanos, semillas de girasol y melaza residual, son todos ricos en vitaminas del Complejo B.

El magnesio también puede ayudar a reducir el estrés y nerviosismo que interfieren con el sueño. Alimentos ricos en magnesio incluyen kelp, salvado de trigo, almendras, nueces de la India y melaza residual.


Alimentos que se deben evitar antes de ir a la cama

 

Mientras que algunos alimentos pueden mejorar el sueño, estos alimentos cerca de la hora de acostarse pueden hacer que el sueño sea difícil o incluso imposible:

Café y otros alimentos que contengan cafeína, como chocolate, cacao, refrescos y algunos medicamentos de venta libre y recetada. 

Alimentos muy condimentados que pueden causar reflujo gastrointestinal o agruras. 

Alimentos excesivamente dulces o grasosos que también pueden causar indigestión y distensión abdominal. 

Alcohol. Aunque puede que te haga sentir somnoliento al principio, el alcohol perturba los patrones de sueño más tarde en la noche.

Además de comer bien, agregar un ejercicio rutinario a lo largo de la semana ha demostrado mejorar enormemente las probabilidades de tener una buena noche de sueño. Una causa común del dormir mal, son los altos niveles de estrés. El ejercicio hace maravillas para aliviar el estrés y relajar la mente.

Una prueba nacional representativa de más de 2,600 hombres y mujeres, realizada por la Fundación Nacional del Sueño, concluyó que 150 minutos de actividad moderada a vigorosa por semana, proporciona una mejora del 65% en calidad del sueño.

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